22 de noviembre de 2011

¿Por qué a la gente se le olvida ser feliz?


"Creo que hay cosas serias pero no creo demasiado en las personas serias (sobre todo en quienes fruncen el ceño como signo de autoridad respetable)." - Fernando Savater.

Bueno chavos. Hoy les tengo una duda existencial. ¿Por qué la gente se amarga la vida? o más bien ¿Qué tiene la vida que le hace a las personas tan difícil ser felices? ¿Qué será aquello que obliga a ciertas personas a comportarse como si su principal deseo en esta vida fuera no reír jamás?

El miércoles pasado (llámese 16 de Noviembre) mi maestra favorita tuvo una junta en el horario de nuestra clase. Para no hacerles el cuento largo, digamos que tuve un pequeño problema con la "maestra" suplente que se quedó a cargo de cuidar a mi grupo. Llegó en un plan bastante prepotente, con cierto abuso de autoridad, y yo diría que hasta grosero. Tras más o menos media hora de gritarnos, hablarnos despectivamente, retarnos, etc., en algún punto me tronó los dedos, y cuando pedí excusarme a la oficina porque "estaría más cómoda en un lugar donde no me faltaran al respeto" inventó una historia donde ponía palabras en mi boca que yo jamás había dicho. Ahí fue cuando tuve que dejar de lado mi intento (fallido) de tolerancia. Me levanté, me
dispuse a salirme, y cuando me gritó que quién me había dado permiso de salirme, le respondí que nadie, que estaba en todo su derecho de amonestarme, que estaba bien, pero que no iba a permanecer en un lugar donde no sólo me faltaban al respeto, sino que me levantaban falsos para encubrir la falta de respeto. Que con permiso. (Ahora que lo pienso, quizá esa última frase no fue muy sabia).
Me dijo "Pues yo creo que tú tienes muy mal carácter".
Sonreí. "Gracias. Que tenga bonito día." Me salí.

Para aquellos de ustedes (pocos) que aún no se hayan enterado, la suplente tenía razón: tengo un muy, pero MUY mal carácter. Tranquilos, el mal carácter es como el alcoholismo: no se quita, pero bien se puede controlar. Fue precisamente por eso que elegí salirme, aunque fuera amonestada, antes que quedarme ahí bajo riesgo de no lograr controlarme y gritarle todo lo que estaba pensando de ella. Quizá mi retirada no fue tan respetuosa como yo quería que fuera, pero cuando a alguien como yo ya le están temblando las manos de rabia y la boca le sabe a metal, lograr irse sin hacer algo realmente estúpido es un gran logro. Me sentí orgullosa de mí misma.
(Ya sé que es algo muy enfermo de lo cual sentirme orgullosa, pero volviendo a mi frase de siempre: "si estás leyendo esto, a no ser que seas un lector de blogs empedernido (hola!), significa que ya me conoces y me quieres de todas maneras".)

Pero BUEEENO... esto no se trata de mis problemas severos de autocontrol de hace una semana, esto se trata de mi duda existencial de HOY. Así que ahí va:
Hoy, ya habiendo pasado casi una semana desde mi, ahem... berrinche, comencé a preguntarme ¿qué razón habría tenido esa mujer para comportarse de la manera en que lo hizo? Porque, digo, si mis compañeros me recibieron con una ovación de pie en la siguiente clase, eso TIENE que significar que la conducta amarga de la señora fue más que un producto de mi imaginación. Así que pensé... ¿por qué habrá personas en el mundo que actúan como ella? Con lo fácil que es sonreír y ser amable ¿De dónde sacarán el hábito de recibir a las personas con gritos en lugar de un "buenos días"? Aún no estoy segura de cuál sea la respuesta, pero tengo algunas teorías.

Le pregunté a mi amigo Alex, (mi amigo ingeniero Aeroespacial... ámenlo mucho, personitas) qué pensaba [aclaro que él estuvo ahí], y me respondió así:


Pues bien. Estoy de acuerdo en que las personas así deben de sentirse bastante impotentes, pero por mucho que me gustaría decidir que la gente no es feliz por tonta, creo que debería tratar de por lo menos inventar otra razón.

Creo que, además de sentirse impotente, esa mujer probablemente se sentía muy pero muy sola. Creo que las personas que – como dice Savater – “fruncen el ceño como signo de autoridad respetable”, en realidad sólo tienen mucho miedo de sentir que no tienen el control. Tristemente, creo que eso es exactamente lo que sienten, y van por la vida en la frustración total de no controlar nada. Debe ser el miedo. Es la única explicación que encuentro.

Creo que las personas que viven con miedo a perder el control son prisioneras por su propia mano. La más grande libertad que se puede tener en la vida es renunciar al control y decidir aceptar las circunstancias que se vayan presentando. Así es como se aprende a dejar de pensar en el posible resfriado de mañana y simplemente dedicarse a bailar en la lluvia y sentirse vivo.

Me da tristeza pensar en la posibilidad de una vida que transcurra por completo sin haber sido feliz. De verdad espero que Rebeca Nosésuapellido algún día decida renunciar a sus intentos por controlar la vida y se dedique a vivirla. Espero que algún día descubra que la vida es bella, aún si nada sale como nosotros quisiéramos. Que hay motivos de sobra para sonreír. Que los audífonos son buenos porque dejan a la gente escuchar música, que es hermosa. Que las interrupciones a la rutina son de las mejores cosas que jamás nos pasan. Que respirar por sí sólo ya es algo.

Y, más que nada, de verdad espero que algún día, una mujer aterrada llamada Rebeca comprenda que el mundo es hogar de una chica que optó por sonreír ante sus gritos y desafió su sentido de orden. Una chica que la hizo enojar, pero que no es una amenaza. Una chica que, por sobre todo lo que pueda pensar de ella, le desea lo mejor.


Esto es todo chavos... perdón por hacer un post tan largo esta vez... he perdido práctica con el sagrado arte de resumirme. Que tengan bonita semana,

Viva La Vie Boheme

4 de noviembre de 2011

Remember, Remember...

Bueno chavos... hoy les vengo a compartir un amor platónico muy geek y otro que más bien sólo es raro.

Primero:
Como mañana es 5 de noviembre y ese es un día muy especial para la gente geeky como yo, decidí que sería buena idea contarles de mi amor por cierta película, y recomendarles que la vean.Resulta ser que me encanta una película llamada "V de Venganza". No les pienso decir de qué se trata, excepto que hay política, ciencia ficción, romance del bueno (sin sexo, gracias... no toda película necesita sexo para ser excelente), acción insuperable bastante clásica (con cuchillos), una muy buena actriz involucrada, y un personaje principal con una máscara increíblemente sexy.



Segundo:
Les informo que Noviembre es mi mes favorito en todo el año (ya sé que no se escribe con mayúscula. Yo lo escribo así porque quiero). Me fascina el otoño, y me gusta Noviembre porque tiene una "magia" un tanto extraña en el aire. Las cosas tienden a cambiar en el otoño, y pues... en Noviembre cumple años alguien que quiero mucho.... y otras personas, que también me agradan bastante. Y me gusta su proximidad con diciembre. Y apenas ahora que intenté explicarlo me doy cuenta de lo ilógico que es mi amor por Noviembre y lo escasas y malas que son mis razones para adorarlo. No me importa; si estás leyendo esto sabes que soy rara y me quieres de todas formas. Eso o eres una de esas personas que de hecho se molesta en leer los blogs de extraños (Hola!).


Bueno, chavos, ésto es todo por hoy. Pronto, muy pronto, tendré muchos más amores platónicos de otoño que compartirles, y dos entradas que llevan siendo promesa desde las vacaciones de verano. Pronto, si es que no me ahogo en trabajo para los (aterradoramente cercanos) semestrales.

No olviden comentar porque si no lo hacen mi pobre blog se siente solo.
Hasta pronto! y viva la Vie Boheme.