2 de agosto de 2013

Budín de Zanahoria

Hola, guapuras(:
Hace poco me autoproclamé nieta de Grenouille, madre de Ed Gein y fantasía sexual de Drácula. Atendiendo sólo a la parte sobre Grenouille (quien no haya leído El Perfume CORRA A HACERLO AHORA MISMO), hoy vengo a dejarles una receta de budín de zanahoria porque pocos olores son mejores que los que encontramos en la cocina.


INGREDIENTES
  • 275 gramos de galletas Marías
  • 1 kilogramo de zanahorias 
  • 1 taza de azúcar
  • 1/2 taza de leche
  • 2 cucharaditas de royal
  • 5 huevos
  • 100 gramos de mantequilla
  • canela en polvo
PREPARACIÓN:
  1. Pongan a cocer las zanahorias.
  2. Muelan las galletas en la licuadora. Ciernan las galletas molidas y vuelvan a moler los trozos que hayan quedado. Repitan esta operación hasta que sólo les quede polvo de galletas, y colóquenlo en un tazón aparte.
  3. Saquen el azúcar, la taza medidora y una cuchara. Abran la bolsa o el bote del azúcar e intoxíquense con su aroma. Vayan llenando la taza de azúcar, y noten cómo cada cucharada huele más dulce, más antigua y más perfecta.
  4. Pongan la taza de azúcar en la licuadora. Acto seguido viertan también la media taza de leche ahí. Agreguen los cinco huevos, uno a uno, asegurándose de que todos huelan sanos y frescos. Licúen hasta integrar estas tres cosas. Quiten la tapa de la licuadora e inhalen. Memoricen el aroma.
  5. Agreguen las dos cucharadas de royal, las zanahorias cocidas mientras aún están calientes y la mantequilla. Licúen de nuevo hasta integrar.
  6. Quiten media taza del polvo de galletas del tazón y pongan el resto en la licuadora. Integren.
  7. Engrasen su molde con mantequilla y espolvoreen parte el polvo de galletas que aún tienen para cubrir la base del molde.
  8. Pasen la mezcla de la licuadora al molde. Espolvoreen el resto del polvo de galletas sobre él y agreguen canela al polvo al gusto. Disfruten el olor 
  9. Metan el budín al horno a 180°C tapado con papel aluminio durante aproximadamente 40 minutos, o hasta que "cuaje".
***
Estoy consciente de que ver verbos conjugados en una receta es raro.
Creo firmemente que trato con personas en lugar de robotitos, y habría sido muy triste dar las instrucciones de los olores en infinitivo.